La verdad que nadie te cuenta sobre los riesgos energéticos y la manipulación
El tarot puede ser una puerta hacia la comprensión profunda, pero también un portal a experiencias densas, anclajes energéticos y manipulación real.
El peligro no está en las cartas, sino en el canal del lector, la intención y la energía con la que se mueve cada consulta.
Cuando el tarot no sana, sino contamina
No todo tarotista tiene canal limpio.
Muchos operan desde el ego, el juicio, el miedo o la ignorancia energética. Otros, peor aún, trabajan intencionalmente para abrir portales y dejar cargas en quienes consultan.
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Lectura contaminada:
Si te sientes peor después de la consulta, si sales confundida, angustiada, con miedo o con una urgencia inexplicable de regresar, no fue canal limpio.
Ahí se generó lazo, se transfirió carga o quedaste abierta a energía ajena. -
El tarotista oscuro:
Utiliza la información que obtiene para manipular, sembrar inseguridad o crear dependencia.
Te hace sentir que solo él puede “salvarte” o que sin su intervención, estarás en riesgo.
. El tarot como herramienta de manipulación
El mayor riesgo no es la predicción, sino la programación:
Un tarotista sin ética puede usar las cartas para instalar creencias, miedos o limitaciones que antes no existían.
Frases como “nunca encontrarás amor”, “si no haces esto te irá mal”, “alguien te está haciendo daño”, no son mensajes del tarot, son anclas para que no salgas del ciclo.
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Dependencia económica y emocional:
Algunos fomentan la idea de “consulta periódica obligatoria”, inventan trabajos energéticos o bloqueos para justificar cobros recurrentes, o inducen miedo para que no busques otras opciones. -
El tarot como arma social:
Hay quienes usan las lecturas para generar chisme, sembrar cizaña, separar amistades o parejas, o para obtener información personal que después pueden usar en tu contra.
Riesgos energéticos profundos
El tarot mueve energía real:
Cada tirada crea un campo, un puente entre el consultante y el lector, y a veces con entidades presentes.
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Transferencia energética:
Si el tarotista absorbe energía de varios consultantes sin limpiar ni protegerse, puede dejarte con síntomas que no son tuyos: cansancio, dolor de cabeza, tristeza ajena o hasta problemas que antes no tenías. -
Apertura de portales y obsesiones:
Un mal manejo puede abrir puertas a energías densas o entidades que se quedan “pegadas” al consultante o su entorno.
Eso se traduce en pesadillas, pensamientos invasivos, miedos irracionales o patrones negativos que no se explican por la razón. -
Vínculos kármicos y anclas psíquicas:
Hay tarotistas que, conscientes o no, instalan lazos de dependencia energética, lazo kármico o sellos de repetición para que siempre vuelvas, te estenques o nunca logres liberarte de un problema.
El ego, el canal y la oscuridad real
El tarotista que juega a ser indispensable:
Si sientes admiración ciega, miedo a decepcionarle o temor de hablar de lo que sucedió en la consulta, es señal de que ahí no hay ética ni canal real, sino manipulación y abuso de poder espiritual.
El ego del lector distorsiona la entrega:
Cuando quien lee busca aplauso, control o protagonismo, todo el mensaje baja filtrado, distorsionado o contaminado.
El tarot no es para controlar, es para guiar y liberar.
Síntomas de una consulta contaminada o peligrosa
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Sensación de vacío, tristeza, cansancio extremo después de la consulta
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Pensamientos obsesivos sobre lo que se dijo, miedo a tomar decisiones sin “preguntar antes”
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Aparición de síntomas físicos nuevos, insomnio o sueños inquietantes
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Rupturas inesperadas, bloqueos o mala racha tras una lectura
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Necesidad urgente de volver a consultar o miedo irracional a “perder protección”
Cómo protegerte: advertencias y guía real
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No idealices a ningún tarotista. El que es real, te enseña a confiar en ti, no a depender de su visión.
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Pregunta siempre por la limpieza y cuidado del canal. Un lector ético te explica cómo trabaja y qué hace para no mezclar energías.
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Nunca entregues fotos, objetos o datos sensibles.
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No tomes decisiones importantes solo por lo que sale en una lectura.
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Después de cualquier consulta, limpia tu campo: Meditación, oración, baño de sal o corte energético.
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Si sientes que te drenaron o te dejaron peor, busca limpieza profunda y corta el lazo.
El tarot no es juego
El tarot puede ser guía, pero también puede convertirse en trampa.
La oscuridad del tarot no está en las cartas, sino en la intención, la ética y el manejo energético detrás de cada sesión.
La conciencia es tu mejor defensa.
No consultes por curiosidad, desesperación o sin saber con quién te estás conectando.
Recuerda: el tarot que sana, libera. El que atrapa, drena y siembra miedo, es una puerta que no debes cruzar dos veces.